Ordo Supremus Militaris Templi Hierosolymitani Universalis
( O. S. M. T. H. U. )
CRÓNICA DE LA INVESTIDURA CELEBRADA EN MARBELLA POR LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE CABALLEROS
Y DAMAS DEL TEMPLE EL
DÍA 2 DE FEBRERO DE 2008.
VIERNES DÍA 1 DE FEBRERO
A las 17’15 horas llegan a la estación María Zambrano de Málaga el Prior de la Orden en España Fr. Manuel Pérez de Quintanilla acompañado de D. Manuel de Cristóbal y López. Habíamos ido a
recibirlos Fr. Andrés Merchán y Fr. Francisco Cantos, que, tras darles la bienvenida y sin pérdida de tiempo, ayudándoles a transportar el equipaje, nos dirigimos al coche de Fr. Andrés para
trasladarnos a Marbella. Llegamos a nuestro destino a las 18’15, dejándolos en el Hotel San Cristóbal, donde tenían el alojamiento reservado.
A las 19’30 horas pasamos de nuevo por el hotel para recogerlos y dar un paseo por el casco viejo de Marbella, visitando expresamente la Capilla de Santiago, sede de la Real, Antigua y Excelentísima
Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo del Amor, María Santísima de la Caridad y San Juan Evangelista, en la que se celebraría la Ceremonia de Investidura a la mañana siguiente. Esta
Hermandad, procesiona los jueves santos las tres imágenes que hemos mencionado, dándose la curiosa coincidencia de que su emblema es la cruz de las ocho beatitudes de color rojo, que portan los
cargos directivos bordada sobre una capa blanca, a la altura del hombro izquierdo.
Tras el paseo, encaminamos nuestros pasos hacia un restaurante, para cenar antes de recogernos y reponer fuerzas con vistas al ajetreo que presumiblemente nos traería el día venidero.
SÁBADO DÍA 2 DE FEBRERO
La capilla de Santiago fue mezquita musulmana hasta la conquista de Marbella por las tropas de Fernando el Católico en 1485. En ella se dijo la primera misa cristiana tras setecientos años de
dominación muslímica y en ella, de forma provisional y mientras se construía un edificio apropiado, se celebraron las primeras reuniones del Concejo de la ciudad, compartiendo su uso religioso y
civil. Fue iglesia parroquial junto con la iglesia de La Encarnación, que también lo era, pero el descenso demográfico causado por las sucesivas epidemias que asolaron a toda Europa por esas fechas y
por la inseguridad de las costas españolas que eran atacadas frecuentemente por barcos piratas, hizo que la iglesia de la Encarnación, de mayor tamaño, prevaleciese sobre la primera de tal manera
que, a principios del siglo XVI, la iglesia de Santiago había dejado de tener la consideración de parroquia.
La imagen del Cristo del Amor es una talla de un crucificado realizada por Miñarro.
Una vez comprobada la identidad de las personas asistentes al acto, se procedió a cerrar la puerta principal de la capilla mientras se empezaban a oír los exquisitos acordes de los cantos gregorianos
que significaron el inicio de los actos de la ceremonia de Investidura.
Se situaron en el altar Fr. Manuel Pérez de Quintanilla, Prior de la Orden en España, junto a Fr. Andrés Merchán, Canciller de la misma. Tomó la palabra Fr. Manuel quien, en unas breves palabras,
glosó la importancia del acto que íbamos a celebrar y las obligaciones que contraían aquellos que iban a cruzar la puerta de acceso a la Orden del Temple.
En el altar, cubierto por el Baussant, se encontraba depositada la espada ceremonial que habría de servir para el cruzamiento de los aspirantes y, tras la misma, sobre un atril, la Sagrada
Biblia. Sobre esto, presidiéndolo todo, la imponente imagen del Cristo crucificado.
El Canciller de la Orden requirió la presencia de don Fran de Escaño, quien acompañado por su hermano y padrino Fr. Manuel, se acercó al altar, arrodillándose en un
artístico reclinatorio de madera noble dotado de un cojín de terciopelo rojo. Tras las palabras de rigor que la tradición impone, el Prior de la Orden, tras empuñar la espada que yacía en el altar,
efectuó el cruzamiento del aspirante que, desde este momento, pasaría a ser Caballero del Temple con todos sus derechos y obligaciones. Le impone la venera Fr. Andrés y a continuación, auxiliado por
el padrino, le coloca la capa blanca con la cruz roja símbolo de los Caballeros de Cristo.
El mismo protocolo se siguió con don José Nicolás Martín van Duyn, apadrinado por su padre Fr. José Martín González y con don Manuel de Cristóbal y
López a quien también apadrinó Fr. José Martín.
Finalizados los actos, en el altar de la capilla, como un recuerdo de un día tan señalado, nos fotografiamos todos los Caballeros Templarios asistentes y luego, continuación, se realizaron más
fotografías con todos los presentes.
Fr. + Francisco Cantos Liébana
Cronista.